Por 13 razones: Crítica de la Temporada 1.

   Una ficción única. Su primera temporada  se presenta como una invitación a la reflexión y a la concienciación de la gravedad que ejercen las acciones de cada persona en el destino de todos. Es una travesía impregnada de dureza, dulzura y certeza que muestra acertadamente la psicología de los protagonistas. Y también disfruta de unas interpretaciones magníficas que perfilan con emoción y precisión a los personajes, a quienes han sabido sumergir en aguas de densa confusión que los conducen al autodescubrimiento.
   En esta obra hay realidad más allá de cada secuencia. ¿Y por qué? La contestación es simple: en algún segundo de la vida todos somos Hannah. O Jessica. O Justin… Cualquiera de ellos; incluso de sus padres o de sus conocidos.  ¿La explicación? Nos une lo mismo que nos separa. Nos atan y desatan las circunstancias y los sentimientos. Nos persiguen las mismas pesadillas y nos dan alas los mismos sueños. Por ese motivo, los sucesos nos afectan de manera diferente y, pese a ello, construimos nuestro presente en base al pasado, y en él siempre se entierran ángeles y demonios que se han desarrollado a lo largo del  tiempo incubados por los temores, la valentía, el desazón, la amistad o el amor. 
   Porque, antes de volar, hay que aprender a sostenerse en el viento. Porque sanar significa aceptar(se). Porque todos importamos. Y porque solo mediante la comprensión y el cariño podremos convertir este lugar en un sitio donde seamos humanos polícromos sin pánico a la soledad y al peso del rechazo, capaces de apreciar y observar de manera transversal lo que somos.


R. A.

                                

Comentarios